
Finalmente llegué.
La poesía en música y letra ha sido lo mejor que me ha podido pasar en todo el mes, y eso que todavía no acaba. Finalmente pude ver a Sabina que optó por el más apropiado: Serrat, mientras que Serrat optó por el más apropiado cómplice: Sabina.
Ayer, frente a ellos nos desnudamos todos los que podíamos ser: novios, amantes, lujuriosos, bohemios, adúlteros, adictos, alcohólicos, infieles, niños, adolescentes de románticas masturbaciones, adolescentes en la primera relación sexual o todo lo que puede suceder y ya está estampado en las canciones. Como profeta, Sabina ha podido escribir muchas de las cosas que uno ha vivido, las cuales no vienen al caso mencionar porque sería aburrido.
Ambos entregándose bromas mientras que todos desearíamos la suerte –de lotería- de ser amigo de uno de ellos para poder conocer también al otro. Sabina le dijo a Serrat: Ni tú eres Don Bryce Echenique, ni yo Chabuca Granda.
Estuve entre dos parejas en un concierto de dos pájaros nocturnos e insomnes. Es inevitable. Siempre que escucho una canción que me emociona tengo que fumar. Sigo mal de la garganta. Muchas canciones me hacían pasar un escalofrío de emoción por el organismo, por lo tanto, no dejaba de expulsar el humo que secuestraba del cigarro.
Un señor me pidió que dejara de fumar. Le molestó. Paré tres canciones pero no me pude contener, así que seguí fumando. Por lo menos lo dejé en paz cuando su acompañante le pidió que le abrazara cuando sonó Contigo. Yo en medio de las parejas, sólo estaba acompañado por Sabina, Serrat y las dos bellas coristas, verdaderas majas tan voluptuosas como las Maja Desnuda de Goya. Con las canciones me he sentido un canalla y a la vez pulido de espíritu.
Muchas chicas gritaban las canciones, emocionadas y cuando cantaban alguna de sus preferidas sabineras enloquecían, mientras que muchas personas mayores cantaban con fuerza las de Serrat.
Sabina dedicó la canción Rosa de Lima a Jimena Pinilla –creo que se refiere a una periodista que trabajó en El Comercio y falleció hace algunos meses-, pensé que era para su novia Jimena Coronado.
Algunas cosas medio peruanas que dijo Joaquín Sabina: ta que misio, huachafo.
Sabina y Serrat: Yo no quiero Paris con aguacero, ni Barranco sin ti.
La poesía en música y letra ha sido lo mejor que me ha podido pasar en todo el mes, y eso que todavía no acaba. Finalmente pude ver a Sabina que optó por el más apropiado: Serrat, mientras que Serrat optó por el más apropiado cómplice: Sabina.
Ayer, frente a ellos nos desnudamos todos los que podíamos ser: novios, amantes, lujuriosos, bohemios, adúlteros, adictos, alcohólicos, infieles, niños, adolescentes de románticas masturbaciones, adolescentes en la primera relación sexual o todo lo que puede suceder y ya está estampado en las canciones. Como profeta, Sabina ha podido escribir muchas de las cosas que uno ha vivido, las cuales no vienen al caso mencionar porque sería aburrido.
Ambos entregándose bromas mientras que todos desearíamos la suerte –de lotería- de ser amigo de uno de ellos para poder conocer también al otro. Sabina le dijo a Serrat: Ni tú eres Don Bryce Echenique, ni yo Chabuca Granda.
Estuve entre dos parejas en un concierto de dos pájaros nocturnos e insomnes. Es inevitable. Siempre que escucho una canción que me emociona tengo que fumar. Sigo mal de la garganta. Muchas canciones me hacían pasar un escalofrío de emoción por el organismo, por lo tanto, no dejaba de expulsar el humo que secuestraba del cigarro.
Un señor me pidió que dejara de fumar. Le molestó. Paré tres canciones pero no me pude contener, así que seguí fumando. Por lo menos lo dejé en paz cuando su acompañante le pidió que le abrazara cuando sonó Contigo. Yo en medio de las parejas, sólo estaba acompañado por Sabina, Serrat y las dos bellas coristas, verdaderas majas tan voluptuosas como las Maja Desnuda de Goya. Con las canciones me he sentido un canalla y a la vez pulido de espíritu.
Muchas chicas gritaban las canciones, emocionadas y cuando cantaban alguna de sus preferidas sabineras enloquecían, mientras que muchas personas mayores cantaban con fuerza las de Serrat.
Sabina dedicó la canción Rosa de Lima a Jimena Pinilla –creo que se refiere a una periodista que trabajó en El Comercio y falleció hace algunos meses-, pensé que era para su novia Jimena Coronado.
Algunas cosas medio peruanas que dijo Joaquín Sabina: ta que misio, huachafo.
Sabina y Serrat: Yo no quiero Paris con aguacero, ni Barranco sin ti.
Lucia (Serrat)
Si alguna vez fuí bello y fuí bueno
fué enredado en tu cuello y tus senos,
si alguna vez fuí sabio en amores
lo aprendí de tus labios cantores.
19 días y 500 noches (Sabina)
Así que se fue, me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas.
Desde el taxi,y, haciendo un exceso,me tiró dos besos…uno por mejilla.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdiciónde los bares de copas,
a las cenicientasde saldo y esquina...
22-nov-07