martes, 21 de octubre de 2008

Martes 21 de octubre

A ver si está claro. Ha pasado el tiempo y se ha perdido sudor bajo el sol. Se ha dejado escapar el aire con el cigarrillo en las madrugadas. Un día me aconsejaron que deje de parar en los mismos lugares y cambie algunos. ¿Se puede olvidar verdaderamente el sonido del silbido de la muerte?


Un mañana caminé sobre las piedras, en la playa de la La Punta en el Callao. Fue realmente feliz. Me sentí idiotizado por el mar, las piedras mojadas y el sol –que aunque lo odio- caía ligeramente sobre mí. Esa noche dormí. No podía. Me costó. Prendí el televisor. Tomé dos manzanillas. Me costo mucho. Dormí. Soñé que caminaba por esa playa y pensaba qué hacer porque tenía una penosa e irreversible enfermedad, de esas que acaban siempre en muerte pero te dan un tiempo para sufrir.


Desperté temprano. Desperté con el cuerpo descansado. Entré a la ducha y me quedé un buen rato pensando bajo el agua. Al salir llovía y me sentí feliz e idiota de nuevo. Hay algunos momentos en que me siento inmortal. Hay momento en que no me quiero ir de algún lugar porque presiento que la vida está ahí. Creo que de eso también se trata el consumo del alcohol. Uno bebe y lo sigue haciendo porque el momento es tan grato que quisiera que sea eterno.


+++++++


Una canción de Morrisay: First Of The Gang To Die

jueves, 2 de octubre de 2008

Placenta del sol

Sabría que podría nacer otra vez. La placenta del sol me ha calentado lo suficiente. He pernoctado en días lejanos y me he hecho una criatura extraña para mí. El aire que se zambulle en mis vías respiratorias es necesario para que el cerebro funcione. Algo debo salvar. He salvado ciertas cosas. A estas alturas y a estas bajezas, algo se ha salvado.

Regreso con el blog

Gracias nuevamente a quienes se despidieron dejando un comentario. También a quienes me visitaron alguna vez.

Bueno, acá de nuevo.

Para abrir...como lo cerré con Bob Dylan, lo habro con Kurt Cobain -otro grande- y su canción nirvanera Serve and Servants, donde sale "sólo quiero que sepas que yo,ya no te odio,
no hay nada de lo que pudiera decir,que no lo haya pensado antes".