lunes, 30 de junio de 2008

Baba en la humedad

A Telly, por la amistad
y los rumbos.


Caracoles arrastran su baba en la humedad
cuando hablamos de las que recién tienen una semana
de las flores que abren su botón
en nocturna luz
raíces bien ocultas en la oscura tierra.

Ni la cerveza sabe lo que se daría
por regar en otra tierra
con las preguntas hechas arena en el viento
con las gotas que ahora se secan.

viernes, 20 de junio de 2008

CORRESPONDENCIAS PRIVADAS (respuesta de Angela a Fernando)


20 de junio del 2008

Ya no sé en quién confiar. Sin duda alguna no es en ti, pero no es tu culpa, es solo que tanto tu como yo estamos jodidos. Podridos, como agua que ha estado guardada y se ha malogrado. Qué bonita tu carta, tiene sus ratitos de poetita maldito que siempre he creído que eras, pero ahora has dejado de ser, porque he descubierto en ti a un niño tranquilo, a alguien digno de cariño y que finalmente resulta ser un gatito cariñoso. Eso no quita que seas un grandioso maricón, una persona que le tiene miedo a todo, a correr, a entregar tu corazón o a recibir uno. Si hubiésemos sido felices, no lo sé, lo que si sé es que debo alejarme de ti y dedicarme más a algo que ni siquiera sé qué chucha es. Me da mucha pena que desperdicies tu vida y no te escuche nada positivo. Cuándo será que digas algo bueno sobre tu futuro. Hablar bien no te cuesta nada, deberías ser más generoso contigo mismo. Deberías dejar de ser un tonto y pensar más en ti, en tu futuro, en lo que vendrá, dejar de estar con chicas como si fueran enfermeras tuyas que están detrás de ti, cuidándote como si fueras un enfermo. Esta bien, yo no traté de cuidarte porque ambos estábamos enfermos. Enfermos de sentimiento y de perdidos en la noche. Tantas veces te odie por tus cuentos de zorras que escribías, me ponía tan celosa porque sé que la literatura (sobre todo tus escritos) tienen algo de realidad. A mí no me vas a venir con cuentitos sobre tus cuentos. No te conozco como si te hubiera parido, pero sí como si te hubiera criado por unos meses.

Me dices en tu carta que había muchos poetas que me escribían. Es cierto y lo siguen haciendo y lo seguirán haciendo porque sabes que soy bella. Es una broma. Por cierto, espero que encuentres a alguien que entienda de tus poemas, sé de las cosas que dices en tus poemas y a veces me da pena que te sientas algo incomprendido con lo que haces. Muchas veces no te entendí y tampoco insistías en explicar. Pero eso no te hace malo, bueno fuiste y eres, pero creo que deberías encontrar a alguien que te lo haga saber de verdad.

Me fumo un cigarro y me acuerdo de ti. Fumas demasiado. Como si creyeras que todo es eterno, como si no creyeras que no existe el cáncer y todas las enfermedades que tarde o temprano llegan a las personas. Cuida tu salud, ese es tu principal patrimonio, nunca te olvides de eso. Me despido, no quiero que esta carta sea tan larga, el final siempre llega y es mejor cuando no se le hace esperar tanto.

Chao

Pequeña Post Data: te mando el poema que me mostraste la noche en que nos conocimos, para que así retomes lo que eras antes. Recuerdo que lo sacaste de tu billera. Recuerda tus propios versos:

Revelaciones del tiempo

Al parecer el tiempo me esta revelando cosas
no sirvo para caminar del brazo de alguien
un trago en un parque es romántico
besarse y enamorarse en un parque ya me suena antipático.

Al final
cuando me de cuenta nuevamente que mi camino está partido
diré que lo vivido en los bares me ha valido
besando ebrio un vaso helado que entibia lo de adentro:
el corazón como menudencia de una sopa fría
el hígado
las entrañas herméticas
los riñones
la uretra.

Cuando canten los gallos para despertar la ciudad
(que a veces apesta y se remoja por el mar que tambalea)
cantaré alguna canción en español que me sepa
o alguna en inglés que tararee mientras miro cuerpos femeninos
deportistas corriendo por las calles
o caminando hacia su gimnasio.

Ahora, que soy novio de mis ojeras
y Lucía me dice que mi poesía sale del campo de la melancolia
(o algo asi, no lo recuerdo bien)
me comprometo a fornicar con las musas
y sudar versos hasta poder hacer buena poesía
porque ese es el amor que tengo astillado
con locura de amante sin postergación
haciéndolo también en la playa
sin importar raspones
ni que tanto odie a la entrometida arena.

lunes, 16 de junio de 2008

CORRESPONDENCIAS PRIVADAS (carta de Fernado a Angela)

Lima 2 de junio del 2008


Tus ojos eran como dos barcos que se iban alejando en el horizonte. Poco a poco se hacían del color de la nada. Las islas no son las que se alejan. Los barcos se alejan. Tal vez el problema era que yo siempre había sido igual: arena que se broncea en el sol de verano, morros que se humedecen en invierno. Siempre has sido belleza maldita que rondaba en mi piel, ángel hambriento que se comía los glóbulos en mis arterias. Cuando supe que teníamos que alejarnos no lloré inmediatamente. Fui a una cantina. Junté a unos amigos –como siempre-, ellos hablaban y se contaban cosas –como siempre-, yo no los escuchaba –como nunca- y –como nunca lo había hecho con otra persona- pensaba mucho en ti.

Te equivocabas cuando decía que era algo así como un poeta maldito en mis excursiones por el centro de Lima. También decías que era como un pequeño Jim Morrison o un Kurt Cobain extraviado en la Residencial San Felipe. Todo eso resultaba irónico, pero de ellos no tenía nada, sólo su música sonando en mi mp3. Yo sin ironía alguna, con toda la verdad -con la que me decías que todo es una mera mierda- te puedo decir que para mí siempre has sido estrella marginal, sonrisa convertida del tajo que quedó cuando la luna trató de clavarse el corazón, droga de las estrellas, beldad insomne, caminata por la madrugada sin lugar de regreso.

Es una lástima que me retire de ser uno de los tantos que te escribía: has sido musa de tantos lapiceros de aquellos verdaderos poetas que te miraban, que te acariciaban con sus ojos y sus sueños más oscuros y coloridos. Yo pude llegar a ti porque nos gustó la misma canción y cada quien la bailo solo, después tú te acercaste para hablarme de Syd Barret, supongo que por el polo que llevaba puesto y tenía su rostro. Bendito sea el trago que te tomaste aquella noche.

Todo ha sido muy especial, según dices tú. Por mi parte, creo que es hora de regresar a mi azul covacha. El invierno de mi invierno entra en la explicación del destino cuando se pretende escribir alguna sinfonía, y escribirla en el momento justo cuando un sol está por ahogarse en el mar. Los peces saben morder alguna carnada y hay algo dentro de mí que insiste en morder algún atardecer para poder salir y quedarme en un arrecife toda la madrugada, hasta que llegue un nuevo día y secarme. Secarme, eso es, secarme, secarme y secarme para volver a remojarme y nada otra vez. No creo que lo haya olvidado, se trata de recordar y flotar, hasta hacerme fuerte y volver a ser una isla.

Los perros ladran por la madrugada alrededor de mi cuarto y son los papeles donde están las huellas de tus pestañas cuando me decía que todo era una mierda, como si no me hubiese dado cuenta de toda su pestilencia me lo hacía acordar. Era hasta gracioso desenvolver los misterios de las madrugadas que compartimos. Sé que nadie podrá entender todas esas cosas y me confundirán entre los diablos, entre los pobres diablos que cenan y comulgan cerveza entre la humareda del tabaco. Nadie verá al otro morir porque somos jóvenes y ya no nos veremos, espero. Suficiente hemos tenido con vernos vivir que es lo mismo a morir en cámara bastante lenta.

Nunca he creído cuando me decías que eras débil, se nota el hierro en tus huesos y la madera de barco fortísimo en tus ojos. No me jodas. Siempre que quieras estar bien lo estarás.

Un abrazo.

Fernando

domingo, 15 de junio de 2008

Back on the Chain Gang de Pretenders

Los fabulosos pretenders, bueno, disculpen la ignorancia, una de las pocas canciones que le he escuchado, pero el cambio a mitad de cancion me parece fabuloso y oscuro, la melodia un deshueve y este arreglo acustico le cae muy bien.

la cantante ni que decir: medio dylanita, todo rock and roll.

domingo, 8 de junio de 2008

bah!

Y claro, creer en algo siempre es bueno. Es tener un norte ¿no?, buscar saber a donde ir y bajo qué luz. Averiguar eso puede ser tedioso y saberlo puede ser aburrido, ya todo estaría solucionado quizá.

bah!