miércoles, 29 de agosto de 2007

Eclipse en piedra seca

Eclipse en piedra seca

___Estilo piedra seca
___piernas recogidas en sentada en la luna
___espera de eclipse para
_______la caída se zumo de tinta de
____________nubes.

___Mortíferos celos que limpio con mi paño
___puliendo las notas flotantes en oído venenoso
___un aullido separa el tiempo en cualquier rato.


___Guante de sudor ahorcando un bolígrafo
___regálale una untada de tu arco iris
______al monitor blanco y negro
______aunque los colores sean
____________tristes
_____aunque también rían heridas.

___Sírvame tu sombra al disimulo
___como agua que besa salvaje al rompeolas.

jueves, 23 de agosto de 2007

Entrevista a la poeta cubana Wendy Guerra

Siempre hay agrados en la vida y es un placer conversar con gente con actitud poética. Abajo el texto más extenso, lastimosamente a veces el espacio en las publicaciones es lo que el tiempo en la televisión. Supongo que debí subirla antes, pero la verdad es que recién encuentro el archivo.





Wendy Guerra. Premio Bruguera 2006
Una cubana y su libertad

La escritora cubana Wendy Guerra desarrolla diarios -desde los 7 años- cuyas páginas fueron deshilachadas para escribir “Todos se van”, libro que ganara el Premio Bruguera. Aunque se trata de una ficción que parte de sus vivencias, se sobreentiende una exposición personal a la cual no le tiene miedo. En su país no han publicado este libro pero sus lectores isleños se le acercan con fotocopias a pedirle alguna dedicatoria.

Parafrasea la canción de Los Rodríguez y cuenta de su carácter: “yo soy rebelde porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar”. A tal reflexión agrega que su obra es producto de la observación, descartando buscar una posición política porque asegura no estar ni a favor ni en contra del tan polémico régimen castrista.

"Uno está atravesando un país de 48 años con el mismo presidente. Esto es algo que nos supera a los cubanos. Hay cosas muy bien hechas porque Fidel estaba al frente y cosas muy mal hechas porque también estuvo al frente. Yo estoy reconstruyendo con literatura lo que ha pasado. No soy un político, solo soy un narrador de cosas. Soy un observador”, señala.

Agrega que la libertad “se supone” que la hicieron los cubanos en el 59 y ahora continúan buscando ser “más libres”, porque se trata de algo que se defiende diariamente tanto en su país como en Irak o en la ciudad estadounidense de Nueva York. “Si parto de asuntos autobiográficos no tengo miedo de que conozcan de mí. Estoy expuesta. Es como un reporte en medio de la guerra, es mi trabajo. En ese sentido me siento cercana a Jaime Bayly por esa actitud, dejando de lado las temáticas o tipos de escritura”, señala.

La poesía y su madre
Confiesa que ha tenido una niñez muy dura debido a problemas familiares, nacionales y de su carácter. Ahora se mantiene tranquila por ratos y se define como una persona atribulada. Hace del dolor su esclavo para explotarlo a través de la literatura.

El poemario “Platea Oscura” que escribió a los 16 años ganó un premio en Cuba en 1987. Ahora el premio Bruguera 2006 le ha llenado una agenda de conferencias internacionales, pero dice que un galardón no hace una carrera artística. “Su importancia es que te salvan del anonimato”.

“Escribo para mí, para calmarme, para no tirarme de un rascacielos. En cuanto a mi poesía hay todo un estudio sobre la aparente frivolidad, donde hay una profundidad absoluta pero con códigos como la nieve, la ropa interior, los sombreros, que son muy visuales”.

Su madre es la fallecida poeta Albis Torres a la cual le debe mucho. Con una fortaleza en su voz y en su mirada dice que ella es parte de su patrimonio íntimo. “Es la consagración de mi primavera”.

Internet y Silvio Rodríguez
Nada acabará con los libros como objetos físicos según refiere la poeta. Lo considera imposible por el romanticismo que despliegan las páginas. “A través del internet muchos me han conocido. Eso hermana y no acabará con los libros porque son convencionales. Los libros son como los parques, siempre habrá muchos medios de comunicación pero también existirán personas que se sienten a besarse en el parque. Los libros son parques de libertad personal”, explica.

Además cuenta que mantiene una amistad muy fuerte con el cantautor Silvio Rodríguez, a quien considera una persona que quizá no da consejos directos ni actúa como un profesor, sino que simplemente hace lo correcto desde su punto de vista.

“Soy demasiado parecida a él en cuanto a la rebeldía. Cuando me ha preguntado algo ha sido para aconsejarme indirectamente. Es una persona que me ha cuidado mucho. Cuida bastante a su país. Yo soy una pequeña partícula de polvo de Cuba que vuela”


Algunas sueltas:
-¿No hay temor al partir de tu biografía?
Para nada, yo estoy expuesta. Es como un reporte en medio de la guerra, es mi trabajo y yo no tengo miedo a eso. Con la poesía menos, esta todo camuflado. La narrativa esta mas expuesta.

-¿Que es la poesía?
El estado de las cosas,

-¿Y el arte?
Mi cuerpo, donde vivo.

- ¿Qué escritores peruanos te gustan?
Vallejo. También Bayly. Mi relación con él es muy especial. Ambos tenemos una actitud porque nos exponemos.

Datos

- La escritora cubana nació en 1970 y tiene publicados los libros de poesía “Platea Oscura” y “Cabeza Rapada”.

- En el 2006 ganó el Primer Premio de Novela Bruguera con “Todos se van”

- Entre sus proyectos, escribirá una novela que hable de la vida promiscua en una escuela de arte en Cuba, donde sus diarios serán el punto de partida para hacer ficción.


Gotas

Gotas
Lo seco acribillado
pozos de nubes se derrumban
lavé en charcos caminando sin resbalar
filtrando las gotas mas allá de las costillas.

Tras una ventana veo: caminan las personas
por una avenida con los cuellos subidos
y las mangas buscando novedades. Nada. No nadan
sobre los charcos sus mentes. Nada
es lo que encuentran para justificar
la lluvia. Solo les fastidia.

Una aislada lágrima de querubín cae sobre el cemento
un felino le huye
un perro la huele.

Rasparía el cielo para que siga lloviendo
metáforas y flores son más inservibles que hojarasca
una gota nace a la inversa hacia el sol: va pensando en la noche.

lunes, 20 de agosto de 2007

PISCO es más de un VASO (parte 1)

Esta es una crónica que escribí en el 2004 tras un viaje. Menciono una serie de lugares los cuales han sido azotados -destruidos casi todos- por el terremoto del miércoles 15-agosto- 07. Es mucho dolor para tan pequeño lugar. Otras zonas como Chincha, la sierra de Ica -entre otros- también han sido afectados y ni que hablar de Huancavelica. Por favor, si pueden donar sangre, ropa o víveres sería grandioso. La sangre puede ser en hospitales como el Loayza y las cosas en el Estadio Nacional.

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PISCO es más de un VASO





Lo sureño de la Panamericana nos jala como el antiquísimo vuelo de flamenco protagonista de una inspiración blanquirroja y onírica. El río florece con su valle. El cemento crece sin raíz entre el verde bucólico del pueblo. Entrada a Pisco como el pisco pasa por la garganta con genuina sensación.

El mar recibe con listón una colaboración fluvial, éste agradecido abraza en playa con la frescura de una desenfadada brisa que se pasea por sus lugares perfumándolos en exceso.

Una niña atendía en un restaurante de la misma carretera. Ella despeinada llevaba una chompa naranja como la mandarina que luego comería mientras los comensales terminaban sus platos. Luego de pedirle cinco veces un cuchillo sólo recibía una sonrisa disimulada que no me servía para cortar. Entraba y salía de la cocina nunca con el utensilio que ya estaba siendo usado por algún otro. Este se tendría que desocupar en el restaurante “Rosita de Pachacutec” con sus tres comensales de entonces.

Con s/.1 en un día de astro menguado, a través de un colectivo, te pueden llevar a cualquier rincón de aquí: es el pueblo y la playa. Las vacas huesudas comían y masticaban con la peculiar digestión de procesar el sueño y negocio de su pastor.
“Por incapaces para gobernar Pisco pide la revocatoria” decía una intranquila pared blanca en el tramo del inicial ingreso.

Por la plaza principal
En la Plaza de Armas se encuentra la Municipalidad de estilo morisco, un palacio construido en 1930 pintado con franjas horizontales, celestes y blancas. Al costado la Catedral San Clemente y los bautizos a la orden del día. En una fugaz ceremonia de agua, la alegría de los padres y padrinos eran la luz en una sombría iglesia.

De ocres, cremas y amarillos. Confesionarios de madera al igual que los penitentes reclinatorios. Sólo dos reflectores eran usados. La iluminación restante y natural era el encargo de puertas abiertas. Cada altar contiene un santo alumbrado por un tragaluz en el techo, un vitral colorido había sido preso del tiempo en el Altar de María Auxiliadora. Una María Inmaculada pisa una serpiente demoniaca mientras una señora de morado iniciaba las letanías con un “por la señal de la santa cruz”.

El vecino de la iglesia. El establecimiento Maju con sus máquinas encargadas de tragar monedas con todo y bolsillo, inclusive el pantalón. Un contiguo Cine Libertador funciona por allí. La República de Argentina regaló a esta tierra un monumento de Don José de San Martín que enhiesto es el centro de la Plaza de Armas.

PISCO es más de un VASO (parte 2)


La perspectiva de los pisqueños
Con una diferencia larga de siete años, el pasado y el presente es comparable de caras. Avelino Ortega nacido, crecido y respirando en Pisco dice: “Hay alcaldes que han pasado por aquí pero nadie se acuerda de ellos por que no hicieron obra alguna”. Tal vez alguna hay como el remodelamiento de su Plaza de Armas. Es que el tiempo les ha dado un breve estirón como de adolescente enfermo con fiebre.

Los pedestres van tranquilos, charlando en sábado sobre viejas veredas. Dos brasileñas con mochilas trotan en sandalias, la gente da vueltas en su parque principal pero Avelino no duda: “De lunes a viernes hay un movimiento atroz aquí, pero también a las 7am ya no hay nadie, ya todos están trabajando”.

“Ahorita Pisco está un poco mejor, pero esto no es permanente, es por esto de la planta del Gas de Camisea” cuenta Ortega y efectivamente, La modernidad e industria han penetrado sus gasoductos en la tierra –pista pegada al mar, de San Andrés hacia Paracas- con las manos de trabajadores pisqueños para tan anunciado proyecto, también es de sana ambición la plataforma marina que llevará el gas adentrando en las aguas consiguiendo beneficios en la exportación del producto.

“Acá la gente es bien alegre. En una misa de difunto llegaron dos personas borrachas, una se cayó de cara en el reclinatorio y otro en las escaleras de la misma iglesia” dice Guillermo Cabrera con deslumbrante fortaleza entre arrugas. Entre el té y la conversación el tiempo se pasa sin frenos hasta que las agujas del reloj paren a la noche.

Saliendo del pueblo yendo a “Pisco playa” una misa por mes de fallecimiento esperaba dentro de la Parroquia San Francisco de Asís. Pequeña con su techo reestructurado de madera daba testimonio del segundo grupo de bautizos atestiguado aquel sábado.

Con cronómetro, 25 minutos. El momento de dar las condolencias a la mujer enviudada hace un raudo mes. La movilidad llevaría a todos a la casa para compartir juntos los recuerdos de Oswaldo Cuenta Quiroz. Sin música, con respeto. Caliente y picante “Sopa Seca” o “Mancha Pecho” llenaba el estómago con cálido cariño. La amiguera pero solitaria botella con pisco iba por las manos, vaso a boca en una fría noche.

Luisa Vargas es de aquí. Hace un año hizo traslado Universidad de Ica- San Martín, sólo volvió por vacaciones: “no me acostumbro a Lima, el tiempo se pasa muy rápido”, real y con semáforos para no respetar. Un grupo de promoción 98 reunidos se definía entre ingenieros y enfermeras de la universidad local.

PISCO es más de un VASO (parte 3)


Cementerio y muelle


El domingo matutino aterrizó soleado curando resfríos. Calle San Clemente, cementerio o “Casa de los Difuntos”. Es Sarah Ellen el difunto más mediático –por no precisar en el único- que ha tenido este camposanto. Abejas, flores y gracias a milagros de gente que asegura recibir cierta ayuda de ella, manifiestan su gratitud. Aseguran que siempre consigue estar colorida de pétalos. Born March 6-1872. Died June 9-1913.

Los mosquitos de color vino volaban, saltaban alocados. Veredas, pétalos marchitos reposaban en la pista con tierra humedecida. “La resurreción de la carne y la vida eterna, amén”. Saxofón, pandereta y cajón juntos en la musicalización de los cánticos al aniversario de un difunto rodeado de amigos. La beata Luisa Huarmey, a la cual también le acreditan milagros, tiene un humilde mausoleo. La conocida “Sierva de Dios” es muy visitada.

Por otro lado, el Malecón Miranda ha resistido melancólicamente a pesar de su 1940 inscrito en una de sus paredes. Las inclemencias del tiempo y cuanto “paracas” sople pasan por ahí. La costa de Pisco se manifiesta en una curva. Paracas, San Andrés, Pisco playa, por el norte Leticia. La península de Paracas queda casi al frente a la playa pisqueña -sin percibirse a la vista- y cuando corren lo vientos fuertes, las tormentas de arena no dudan en hacer su recorrido gestado desde el desierto.

Un muelle abandonado no es fantasma –aunque no tan vivo como el cuento “Los Ojos de Judas” de un niño Abraham Valdelomar-, a pesar de su inactividad, sigue siendo punto para pescadores que amarran sus redes a algún grueso y oxidado fierro. La cerda vuela, el plomo se encarga de sumergir el anzuelo esperando acomodarse como piercing en la boca, en la barbilla de un pez. Niños y adolescentes. Adultos y adultos mayores. Anchoveta y pejerrey en la playa de mar retirado.

Desde 1975 que las aguas empezaron a alejarse paulatinamente, el muelle es un puente sobre la arena. Cinco cuadras en aproximado de ausencia y media sobre el extrañado mar. Al lado derecho un asentamiento humano ya fijo su bandera nacional en su techo, aprovechando este terreno abandonado naturalmente. Al otro lado la brillante albúfera recibe las cosquillas de patillos que buscan pececillos en ella. Antes la gente demasiado pobre mataba a la “chuita” (ave guanera de carne negra) a palazos para luego comerla, una costumbre de antaño ante la necesidad.

En el medio del mar, brilla el espejo del sol. Este se refleja. La arena en la orilla mira hacia arriba que las gaviotas saben volar. En la Caleta de San Andrés los pescadores flotan en sus chalanas. En el muelle del Chaco de Paracas, son sacadas inmensas cantidades de choros de las peñas más profundas. El lugar, el río y el alma de los vasos están bautizados en compartida nomenclatura.



Pisco 2004.

lunes, 13 de agosto de 2007




entre gitanos no nos leemos las cartas pero al final pasamos el sombrero